Por ti lucharé contra el mar en una noche de tormenta; y si muero rodeada por sus brazos húmedos y poderosos, lo haré por ti. Aprenderé a beber de mis lágrimas y conseguiré sobrevivir gracias a su agua salada; pero sólo por ti dejaré de llorar. Mi alimento será la pasión desbocada y la locura en constante lucha con mi cordura; purificaré mis manos con el sudor puro y celestial que este frenesí de sentimientos me produce; y sólo por ti, jamás moriré. No desfalleceré en mi cegada espera; nunca volveré a besar tus labios; por ti, no me volveré a enamorar. Mi mirada se volverá distante, como si mirase hacia algún horizonte fantasma; y por ti, dejaré de respirar.
Jamás te haré sonreír; no podré decirte lo que siento mientras acaricio tu cuerpo. Eres la cara de la luna que jamás veré; como al sol, nunca podré mirarte... Mis labios seguirán vírgenes porque tu boca no se unirá a mi boca. ¡Me cansa tanto esta vida inmunda y llena de horas eternas! Parece que no existe el tiempo frente al espejo que me vigila; siempre está todo igual; nada ha cambiado y dudo de que alguna vez cambie, ya que tú no vendrás a mí; no podrás sustituir esta dolorosa y anhelante rutina que me deja inmune frente a la realidad que viven todos...
Por ti dejé de vivir una vida maravillosa; por ti y sólo por ti, maté mis esperanzas e ilusiones. El color negro se asomó a mi habitación y se quedará indefinidamente. No dormiré durante esta eterna espera; no descansaré mi mente llena de avatares e inútiles renuncias materiales; por ti, moriré amando. Estoy exhausta de dolor inhumano por el mayor pecado humano... BALKYS
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